Revolución subterránea: las obras de 1999 en la Línea 2 del Metro de Madrid y el cambio a catenaria rígida
A finales de los años 90, Madrid experimentaba una transformación vertiginosa. El crecimiento de la ciudad, la demanda de transporte público más eficiente y seguro, y la necesidad de modernizar infraestructuras antiguas impulsaron una serie de obras en la red del Metro. En ese contexto, la Línea 2, una de las más veteranas del sistema (inaugurada en 1924), fue protagonista de una profunda reforma en 1999, cuyo eje técnico fue el reemplazo de la antigua catenaria de hilo flexible por un sistema de catenaria rígida.
Aunque para muchos pasajeros esta transformación pasó desapercibida, se trató de una obra clave para la modernización técnica del Metro de Madrid. Te contamos aquí en detalle qué se hizo, por qué fue tan importante y cómo cambió el funcionamiento del metro para siempre.
Tunel de Goya L2, mejoras en la catenaria |
La Línea 2 del Metro de Madrid conecta actualmente Las Rosas con Cuatro Caminos, atravesando el corazón de la ciudad. Con paradas icónicas como Sol, Sevilla o Noviciado, su trazado subterráneo transita por algunas de las zonas más antiguas y densas del casco urbano.
Desde sus inicios, la L2 operó con una catenaria aérea de hilo de contacto, también conocida como “cable flexible”, sostenida por ménsulas y tensores. Este sistema, similar al usado en trenes de cercanías, presentaba varios problemas:
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Alto mantenimiento debido al desgaste del cable.
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Inestabilidad ante vibraciones y deformaciones.
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Mayor riesgo de averías por contacto impreciso del pantógrafo.
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Limitaciones para el uso de trenes más modernos.
En la segunda mitad de los años 90, Metro de Madrid comenzó a implementar tecnologías más avanzadas como parte de su plan de modernización integral. Una de las más significativas fue la introducción de la catenaria rígida, que ya se había probado con éxito en túneles ferroviarios suizos y alemanes.
Estación de Ventas L2, mantenimiento en la parte del tunel |
A diferencia del sistema clásico de hilo suspendido, la catenaria rígida consiste en un perfil metálico (generalmente de aluminio con alma de cobre) que se fija directamente al techo del túnel o mediante ménsulas. El pantógrafo del tren mantiene contacto continuo con este perfil, garantizando una alimentación eléctrica mucho más estable y segura.
Tunel de Plaza de España L2, nueva catenaria puesta |
Durante el año 1999, Metro de Madrid llevó a cabo una serie de obras nocturnas y parciales en la Línea 2, centradas en sustituir la vieja catenaria flexible por catenaria rígida en gran parte del trazado central, especialmente en tramos entre Ópera, Noviciado, Sevilla y Sol, donde los túneles eran más antiguos y estrechos.
Esto implicó retirar cables, tensores y anclajes, muchos de ellos con más de 70 años de antigüedad.
Se fijaron perfiles de aluminio/cobre al techo de los túneles, ajustados con precisión milimétrica para asegurar el paso de los trenes.
Fue necesario ajustar ciertos elementos de infraestructura para permitir la instalación del nuevo sistema sin interferencias.
Algunos trenes antiguos tuvieron que ser adaptados (pantógrafos, alturas) o sustituidos por modelos compatibles con el nuevo sistema.
Antes de entrar en funcionamiento, el nuevo sistema fue sometido a exigentes pruebas para garantizar su fiabilidad.
Estación del Retiro L2 con la nueva Catenaria |
La reforma de 1999 supuso una auténtica revolución técnica. Aunque los viajeros de entonces no vieron grandes cambios visibles (las estaciones y trenes eran aún clásicos), bajo el techo de los túneles, todo había cambiado.
Característica | Catenaria flexible (antigua) | Catenaria rígida (nueva) |
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Tipo de material | Hilo de cobre suspendido | Perfil de aluminio/cobre |
Mantenimiento | Alto | Bajo |
Fiabilidad de contacto | Media | Alta |
Compatibilidad con trenes modernos | Limitada | Total |
Vida útil estimada | 15-20 años | +30 años |
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