Madrid guarda secretos bajo tierra. Algunos son visibles cada día en los andenes del metro; otros, pasan desapercibidos incluso para quienes los transitan a diario. Uno de los más curiosos, largos y menos conocidos es el pasillo de conexión entre las estaciones de Noviciado y Plaza de España. No aparece en los mapas como un enlace directo, pero está ahí: un túnel peatonal de más de 300 metros que une dos estaciones de líneas distintas, atravesando historia, arquitectura y tiempo.
Hoy te invitamos a recorrer, paso a paso, esta galería subterránea que ha conectado generaciones de viajeros y que, pese a su aparente invisibilidad, es una joya singular del Metro de Madrid.
El pasillo de conexión entre Noviciado y Plaza de España es una infraestructura construida en los años 60 para facilitar el transbordo entre las Líneas 2 y 3 del Metro de Madrid.
Aunque hoy en día existen pasillos de enlace en muchas estaciones, este en particular destaca por su longitud, diseño antiguo y la sensación de estar cruzando un “metro fantasma”. Fue inaugurado en 1967, coincidiendo con la ampliación del metro y la necesidad de mejorar la interconexión entre líneas, pero con soluciones muy distintas a las actuales.
Aspecto original de los pasillos, fotos del archivo de la Comunidad de Madrid |
Una de las cosas más fascinantes de este pasillo es su aspecto retro, casi detenido en el tiempo. A diferencia de las nuevas conexiones de Metro, con paneles modernos y señalética LED, el túnel de Noviciado conserva:
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Azulejos antiguos de cerámica blanca y gris.
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Iluminación fluorescente con cajas metálicas originales.
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Paredes curvas que recuerdan a refugios antiaéreos.
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Señales antiguas indicando “Plaza de España” con letras metálicas o serigrafiadas.
Plano de la estación de Plaza España, Foto de Cesar Mohedas |
Es habitual que aficionados al urbanismo, la arquitectura subterránea o el “metro nostalgia” lo fotografíen y compartan en redes sociales por su encanto decadente.
En los años 60, Metro de Madrid no tenía aún una planificación intermodal tan estructurada como hoy. Las estaciones estaban diseñadas con independencia, y los transbordos requerían soluciones físicas aunque fueran incómodas. Este pasillo es un ejemplo de ingeniería pragmática: no había forma de acercar más las estaciones… así que se las conectó por donde se pudo.
Además, el pasillo servía (y aún sirve) para descongestionar otras conexiones más saturadas y ofrecer una opción peatonal en caso de incidencias.
Hoy sigue operativo, aunque no muy transitado. Muchos madrileños ni siquiera saben que existe.
El pasillo de Noviciado a Plaza de España ha aparecido en:
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Blogs de exploración urbana como Urban Idade y Madrid Subterráneo.
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Canales de YouTube dedicados al transporte y la historia de Metro.
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Publicaciones nostálgicas en foros como Forotrenes y Reddit (r/Spain).
También ha sido escenario ocasional de grabaciones de vídeo por su estética de túnel “retrofuturista”.
A pesar de su longitud y cierto deterioro, el pasillo sigue siendo útil. Aunque no es el más cómodo, permite transbordos sin salir a la calle y es una alternativa en días de lluvia o calor extremo.
Imagenes cedidas que me han pasado de su estado actual |
El pasillo que une Noviciado y Plaza de España no es solo un corredor funcional. Es una cápsula del tiempo. Un túnel que cruza décadas, con muros que han oído miles de conversaciones, pasos apresurados, citas que llegaban tarde, turistas despistados y viajeros solitarios. Es, en definitiva, una parte viva de la historia del Metro de Madrid.
La próxima vez que pases por allí, tómate un minuto. Observa los azulejos, escucha el eco, mira los carteles antiguos. Estás caminando no solo por un pasillo... sino por una memoria subterránea.
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